El gobierno de México, dentro del Paquete Económico 2026, busca imponer un impuesto a videojuegos violentos del 8%. La presidenta Sheinbaum lo justifica como una medida de seguridad y salud. Sin embargo, si en verdad se tratara de seguridad, estos productos estarían prohibidos, como sucede con las armas de fuego o los llamados narco corridos. La realidad es otra: se trata de recaudación disfrazada de preocupación. Además, no hay que olvidar que los videojuegos ya cuentan con un sistema de clasificación por edades que indica claramente qué títulos son aptos para cada público.

¿Por qué este nuevo impuesto a videojuegos es sospechoso?
Este impuesto a videojuegos violentos no busca limitar su acceso: solo encarecerlo. Si fuera por seguridad, se prohibiría su venta en ciertos entornos, como pasa con los narco corridos en conciertos o la música que incita violencia contra la mujer. Pero lo que han decidido es crear un impuesto, no una prohibición.
La lógica es la misma usada para justificar el impuesto a refrescos, tabaco y alcohol: “por salud”. Pero sabemos que aunque los precios suben, el consumo no baja significativamente BioMed CentralTIMEObesity Evidence Hub. En muchos casos, lo que cambia es la ganancia de los gobiernos.
El impacto real del impuesto a videojuegos
Si tienes un juego violento que cuesta $1,000, prepárate para pagar $1,080. La “justificación” es que esos recursos serán destinados a seguridad o salud mental. Pero si realmente fuera una medida seria, se optaría por regulación estricta de contenidos, no por impuestos extra.
Este nuevo impuesto a videojuegos se anuncia junto con aumentos al tabaco y refrescos, imitando esquemas que ni evitan el consumo ni cambian comportamientos. Es claro: es más recaudación, no protección real.
Gamers ya están siendo penalizados
La comunidad gamer ha reaccionado con enojo y memes irónicos. ¿Nos van a imponer un “impuesto saludable”? Si quieres jugar Call of Duty, Street Fighter o GTA, ahora tendrás que pagar más. Algunos jugadores ya buscan alternativas: versiones físicas importadas o plataformas no sujetas a las tarifas mexicanas.
Este impuesto a videojuegos pone en jaque la libertad de consumo y la cultura gamer sin ofrecer solución real a la inseguridad o problemas de salud mental.
¿Por qué este impuesto no tiene fundamentos sólidos?
La ventaja del Estado es que la venta se puede controlar, pero no la prohibición. Lo que buscan es dinero fresco sin freno. Mientras tanto, las verdaderas causas de violencia o consumo extremo no se abordan.
Si de verdad hubiera preocupación por disminuir conductas agresivas, se regularía contenido explícito como hacen otros países en plataformas. También se podría invertir en educación digital. Pero lo fácil es recaudar.
Impuestos disfrazados de salud: un déjà vu
El impuesto a videojuegos se presenta como “sano”. Pero históricamente, los impuestos como el de refrescos lograron reducciones parciales (6-12 %) TIMEObesity Evidence HubNacion321. Si aplicaran estrategias reales como etiquetado frontal o prohibiciones en ciertos contextos, quizá habría menos justificación para imponer otro gravamen.

¿Cuándo entrará en vigor?
La propuesta del impuesto a videojuegos violentos del 8 % forma parte del Paquete Económico 2026, que ya fue presentado a la Cámara de Diputados el 8 de septiembre de 2025 infobaeEl Economista.
En términos de calendario legislativo:
- La Cámara de Diputados tiene hasta el 20 de octubre de 2025 para discutir y aprobar el paquete.
- El Senado revisará posteriormente la Ley de Ingresos, con plazo hasta el 31 de octubre de 2025.
- La nueva Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos deberán quedar listos, como máximo, el 15 de noviembre de 2025.
Por lo tanto, si el impuesto se aprueba en tiempo y forma, entraría en vigor a partir de enero de 2026, coincidiendo con el inicio del nuevo ejercicio fiscal.
¿Y ahora qué sigue?
La comunidad debería exigir justificación real, no solo recaudación. ¿Dónde está la evidencia de que encarecer el acceso reduce violencia? ¿Por qué no se regulan contenidos extremos directamente?
Este impuesto a videojuegos es un paso hacia la mercantilización de la cultura gamer. No estamos hablando de proteger; estamos viendo un golpe al bolsillo y a la libertad del gamer.
No te quedes callado: el gamer también tiene voz
Este impuesto no será por nuestro bien, sino por el de las arcas públicas. Los gamers deben exigir transparencia: si hay riesgo, regulemos; si hay recaudación, cuestionemos. El verdadero cambio no está en los impuestos, sino en cómo se enfrenta el problema de raíz.